Derechos de los trabajadores y trabajadoras
Con el final de la pandemia la empresa puso fin al teletrabajo o smart working, como a Huawei le gustaba llamarlo, de igual manera que lo puso en marcha cuando empezó. La plantilla durante más de 2 años estuvo sosteniendo el negocio a distancia, con compromiso y responsabilidad. Sin contraprestación alguna. UGT como medida de acción sindical, convocó a la plantilla que demandaba mayoritariamente continuar con esta forma de prestación del trabajo, a manifestarse.
La ley no obliga a la empresa a dar medidas de teletrabajo, pero este, a tiempo parcial o total, regulado y negociado, está implantado en muchas empresas del sector y tiene múltiples beneficios. Huawei, a pesar de ser una multinacional tecnológica e innovadora, es en su organización una empresa clásica y de métodos conservadores. Muestra desconfianza en sus empleados y le gusta la presencialidad como método de control y supervisión del trabajo. Nos trasladaron su rotunda negativa a negociar.
Desde ese momento el clima laboral no ha hecho más que empeorar. La empresa considera, seguramente por un tema cultural, que únicamente es la parte económica la que motiva al empleado. Desde la oficina en España y en Europa no tienen capacidad de persuadir para impulsar un cambio de opinión en HQ de adaptarse a las formas de trabajo de occidente. De modernizarse. Y lo que es peor, les cuesta entender y respetar las leyes locales que permiten al empleado acceder al teletrabajo por medio de nuevos derechos como la adaptación de jornada, para conciliar la vida familiar y laboral.
Desde UGT no nos gusta vender humo. No nos gusta generar expectativas que difícilmente vayan a cumplirse. Actuamos, como parte de la plantilla, con el mismo compromiso y responsabilidad que esta demuestra con su trabajo cada día y nos dieron su confianza para representarlos. Raramente se facilitan medidas de conciliación. Se incumplen en este sentido los compromisos del Plan de Igualdad. Tras el fin de la pandemia se cursaron más de 20 solicitudes de adaptación de la jornada incluyendo el teletrabajo y la empresa pidió a los empleados que retirasen las solicitudes. Sólo algunas personas, acordándolo de manera no oficial con su jefe o afiliadas y con respaldo jurídico del sindicato, consiguieron la aceptación parcial de alguna medida.
La realidad es que la única forma de defender estos derechos suele ser, como se está poniendo de manifiesto también en otras empresas, pasar por el juzgado. Entendemos que es muy difícil dar el paso y enfrentarse a la empresa. Desde nuestro sindicato siempre recomendamos la afiliación para contar con todo el apoyo jurídico laboral especializado. No esperar a que estos problemas u otros aparezcan.
Por nuestra parte seguiremos defendiendo estos derechos e insistiendo para, como gota de agua, llegar a calar en el ideario de la empresa. Una compañia moderna es aquella que mantiene la motivación de los empleados, la retención de talento, la que adopta medidas que permitan la conciliación, el teletrabajo y la corresponsabilidad.