2020. #NiMasNiMenosIguales.

Este 8 de Marzo, UGT se va a volcar en vías de reivindicación y protesta, diferentes a la huelga y compatibles con otras convocatorias porque, a pesar de la fuerza jurídica y simbólica de las huelgas, se trata de una herramienta que supone un gran sacrificio económico para los trabajadores y trabajadoras, pero sobre todo para las trabajadoras -que tienen menos salario y más situación de precariedad-. La precariedad ha aumentado para las mujeres.

Las huelgas generales suponen una pérdida de salario. Pedir que sigan la huelga general quienes menos ganan, es abundar en su empobrecimiento.

No se han visto frutos en estos años, vinculados a las convocatorias de un paro o una huelga. Los datos anteriores revelan también las dificultades a la hora de dejar el puesto de trabajo la jornada completa y la parte proporcional que se ausente la trabajadora o el trabajador, en el caso de los paros parciales. Sobre todo las situaciones que padecen las mujeres con mayor precariedad en el empleo.

UGT apuesta por una gran movilización general de todo el país para exigir al nuevo gobierno, a los poderes públicos, a las organizaciones empresariales que no han hecho suficiente, para decirle a los grupos políticos que han defraudado a la ciudadanía que se manifestó masivamente el año pasado y el anterior, y para dejar bien claro a los involucionistas que estamos aquí, que sabemos lo que quieren, y que no lo vamos a consentir.

Vamos a establecer un plan de acción durante todo el año para exigir cambios en las políticas, más recursos y modificaciones legislativas para lograr la plena equiparación. Incluida una Ley de Igualdad Salarial.

Vamos a sumar y buscar confluencias. UGT aboga abiertamente por buscar confluencias con otros sindicatos, organizaciones, plataformas y movimientos porque confluir con otros en una reivindicación esencial, como la igualdad de las mujeres, hace más fuerte la reivindicación y su éxito.

El 8 de marzo, como el Primero de Mayo, surge del movimiento obrero, que es también internacionalista, pacifista y feminista y todo el mundo tiene un sitio en esta lucha.